"El Síndrome de Iván Ilich"​

¿Y si toda mi vida, ha sido, lo que no debía ser?, fue la pregunta que se hizo Iván Ilich en su lecho de muerte. Publicada en 1886, "La muerte de Iván Ilich" es una de las obras maestras del escritor ruso Lev Tolstói. Iván Ilich es un funcionario de la administración zarista cuya principal aspiración, como la de sus colegas, es escalar peldaños en su carrera para mantener su bienestar y así seguir formando parte del mundo burgués en el que ha vivido siempre. Casado por conveniencia, al poco tiempo descubre el hastío que le produce la familia y centra su vida en el trabajo.

El intolerable dolor físico y la espeluznante intuición de la muerte cercana empuja a Iván Ilich a un inmisericorde examen de conciencia. A revisar, en un gradual regreso mental a su infancia, las diversas etapas de su vida. La revisión invita a concluir que su vida ha sido "mal vivida", y que lo que con tanto empeño y urgencia había deseado alcanzar en sus diferentes facetas (de juez, marido, padre de familia y socialité) había sido un espejismo. una voluntaria y falsa percepción de la realidad.

La verdad es que no soy una gran fanática de Tolstói, ni siquiera aplico como lectora asidua de él. Leí "Anna Karenina", "Hadji Murat", "La Guerra y la Paz", entre lo que leí de forma voluntaria (y no por deber académico), pero no porque empatizara con sus tópicos, sino que por la riqueza semántica del los textos de Tolstói.

"La muerte de Iván Ilich" fue no de los libros que me leí por mero deber estudiantil, de hecho me fue fatal en ese ensayo, como con todo libro que leía sin deseo. Sin embargo, introdujo en mi un cuestionamiento muy potente sobre el propósito personal (entre otras cosas), que con el tiempo hizo eco muchos parajes de mi vida.

El propósito está cimentado en una serie de elementos que actúan de forma sinérgica y simbiótica. Cuando hablamos de propósito hablamos indirectamente de identidad, valores, creencias (tanto las que nos elevan como las que nos limitan), capacidades, conductas y el entorno en el que nos desarrollamos.

Quise poner de ejemplo extremo de este personaje, ya que por lo general cuando el propósito viene desde fuera de nosotros tendemos a cuestionarlo, fallar en él, abandonarlo, o muchas veces a cargar con él hasta el punto de la infelicidad.

Así pasa muchas veces con la elección del camino profesional, y las decisiones que tomamos en la vida profesional. Cada uno de nosotros tenemos una ecología respecto la forma en que interactuamos con el mundo y qué elementos entran en juego.

Los Niveles Neuro-lógicos son niveles desarrollados por G. Bateson y posteriormente por R. Dilts, que permiten identificar una situación de conflicto en diferentes ámbitos de nuestra vida e identificar posibles soluciones o cambios neurológicos, que generarían aprendizaje y mejoras en tales casos.

CAMBIO CORRECTIVO

Entorno: “Donde, Cuando y Con quien”. Representa el contexto en el que nos desenvolvemos, se trata de lo que se percibe fuera de uno mismo y nos influye (trabajo, relaciones sociales, contexto político, etc.) .Cualquier cambio que queramos introducir partiendo de este nivel neurológico debe ser congruente y aceptado por el mismo entorno.

Comportamiento: “Que y Cual”. Se refiere a la manera de actuar, acciones y reacciones tanto externas como internas. En definición del propio Dilts “acciones y reacciones físicas específicas mediante las que interactuamos con la gente y con el mundo que nos rodea”.

CAMBIO GENERATIVO

El Cambio Generativo nos presenta una manera de Cómo generar estados de apertura, fluidez y conexión para crear espacios de posibilidades nuevas frente a los desafíos que se nos presentan en la vida.

Capacidades: Se refieren a las aptitudes, destrezas, habilidades y estrategias. La forma en la que nos compartamos obedece a algún nivel de capacidad.

Creencias: Robert Dilts las define como una afirmación personal que consideramos verdadera y que, consciente o inconscientemente afecta a la percepción que tenemos sobre nosotros mismos. Por tanto el nivel de creencias afectará al nivel de identidad y viceversa, aunque un cambio en el nivel de identidad tendrá mucha más fuerza que un cambio en el nivel de creencias.

Valores: aquello a los que las personas aspiran y tratan de alcanzar o, por el contrario, aquello de lo que huyen (contravalor). La persona decide que es lo que considera bueno o malo en cada momento atendiendo a sus valores.

En resumen, estos cambios se producirían en las respuestas a las preguntas “Por qué y Para qué” actúo o no actúo, el cambio se produciría en la motivación que nos lleva a la acción.

CAMBIO EVOLUTIVO

Son los cambios más importantes ya que se producirán en los niveles más altos de la pirámide, en aquellos niveles que si cambian, cambiarán el resto de los niveles.

Identidad se resume con “Quién soy”, “quién creo que soy” “con que me identifico” o “como me califico”. Además, David Puchol expresa que es necesario definirnos, además por “quienes no somos”, lo que podemos o no hacer.

Desde el punto de vista del Coaching, identidad es “quién es el Coachee más allá de lo aparente. Tomando como punto de partida su propósito vital.

Transpersonalidad se trataría del símbolo o metáfora que me transciende, “Quién más por encima de mi me inspira” Se trata de la convicción de que hay algo mayor que la propia persona, ya sea una deidad, una misión o visión o un ideal.

Podemos definir este nivel también como el Propósito, lo que representa e inspira una visión e intención positiva de futuro.

Con frecuencia usamos referentes para surfear obstáculos, sin embargo, antes de mirar a hacia fuera buscando formulas mágicas, debemos procurar identificar lo que está dentro. Muchas veces introducirse en en este viaje a identificar en qué nivel estamos viviendo la insatisfacción, o limitante para nuestro crecimiento personal/profesional, nos ahorra tiempo, energía, y en muchos casos, dinero.

No terminemos como Iván Ilich, y no vivamos sintiendo que hemos o vivimos una vida equivocada. Atrévete a ir a por tus sueños y metas que conjugan tu propósito personal y profesional.

Más abajo, les dejo un regalo de fin de año para que puedas regalarte (o regalar a tus colaboradores) un proceso de transición laboral sano y con sentido.

Recuerda que cuando alineas tu autoconocimiento (experiencias, competencias, motivaciones e incentivos) en dirección a un propósito, siempre tendrás más y mejores resultados si te quedas a esperar lo que te arroje la marea.

¿Estás haciendo hoy lo que te llevará a donde quieres estar mañana?

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¡Un Abrazo!

Nicoll Zúñiga Varela | Career Coach & Headhunter

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