"En esta Empresa, Nadie es Indispensable"​

No sé ustedes, pero a mi esa frase me conforta.

Ojalá le hubiese escuchado algo así a algún jefe. ¡Cierto! Miento, sí una vez lo escuché del gerente general en un super discurso "(des)motivador", pero claro en ese tiempo no veía las cosas como ahora, creo que pensé "¿cómo un tipo como él pudo llegar a ser líder de una empresa como esta?", claro me pareció muy pedante y que su "psicología inversa" estaba muy pasada de moda. Sus discursos siempre tenían ese toque a terrorismo psicoemocional, como en amenazas y desvalorando a las personas que forman ese grandioso equipo.

Independiente de que reprocho el contexto puntual de esa frase y de ese personaje en específico, hoy la misma expresión no tiene el mismo significado para mi.

Vamos por parte...

Cuando un individuo se vuelve indispensable, se crea un efecto de atrofia profesional tanto par el "indispensable" como para el equipo.

Efectos para el indispensable

Crea una sobre carga de responsabilidad, un verdadero Atlas cargando el mundo organizacional que representa. Sin contar la insana sensación de que si no está presente, la "máquina no avanza", hasta que (en la mayoría de los casos) lleva al "indispensable" a postergar parte de su vida personal. El cargar constantemente un rol omnipresente, puede incluso llevar a detener la curva de crecimiento profesional del "indispensable", porque ya no hay tiempo ni cabeza para dirigirse a un proceso de reinvención. ¿Cómo se puede pensar fuera de la caja cuando no puedes salir de ella ni un solo segundo?

Efectos para el equipo

El equipo también sufre cuando existe un "indispensable", ya que la palabra "equipo" e "indispensable" jamás van en la misma oración. Los componentes del equipo puede seguir un camino de desmotivación, o bien de desgaste crónico. Esto provoca la fuga de talentos, o bien, un ambiente laboral insano. Es que el indispensable no deja crecer nada más en su camino.

Efectos para la organización

Aunque pareciera que gana, tampoco es el caso. Es que el "indispensable" indiscutiblemente va a producir una retención del "know-how", no se delega, el "indispensable" es indispensable porque nadie más puede hacerlo, y el día que el indispensable se va de vacaciones, se enferma o va a por otra oportunidad laboral, la organización pierde indudablemente... porque no tiene un respaldo del "indispensable" y nadie sabe hace lo que el indispensable hacía o sabía.

Ser Indispensable vs Ser Reconocido

En este artículo quiero hablar de una competencia profesional que muchas veces está mal instalada, la Autopromoción.

La Autopromoción tiene que ver con el Imparto Personal, y este a su vez es mal comprendido como el ser un elemento indispensable en el universo profesional, y ese mal entendimiento de los conceptos hace que la competencia se exprese de forma defectuosa, impidiendo todos los efectos positivos que tiene la Autopromoción para todo el pool de competencias que poseemos.

¿Qué es la Autopromoción?

La auto-promoción tiene 3 aristas importantes:

Visibilidad: Atrayendo atención. Da o quita importancia en convertirse en foco de atención.

Auto-reconocimiento: Promueve logros personales. Ser demasiado o poco modesto con respecto a sus propios logros.

Ser Referente: Obteniendo reconocimiento de otros. Tiene bastante o poca necesidad de recibir elogios por su rendimiento o buen desempeño de sus labores.

La auto-promoción (y sus derivados), aun cuando algunos profesionales pueden reconocerla como una característica pretenciosa, es en realidad un pilar fundamental del crecimiento profesional... Y seré insistente en esto... Siempre y cuando, no se confunda con ser ser indispensable.

Ya sea que seamos profesionales dependientes o independientes, el motor de nuestro desempeño gira en torno a obtener un "algo". Siempre nos esforzaremos y correremos tras la zanahoria por una razón, incluso hacer las cosas "por amor al arte" tiene algo de retorno.

Lo que es higiénico para unos, es un adicional para otros y viceversa

Recordar que mapa no es territorio, así que la valoración de ese retorno va estar siempre en consonancia con la estructura biopsicosocial del profesional (aunque no es estricto de la vida profesional, se aplica a lo personal también, recordar que ya sea nos vistamos de pijama o traje de dos piezas, poseemos los mismos valores e identidad).

Ya sea, la renta, beneficios no monetarios, crecimiento y desarrollo profesional, estatus, estímulo intelectual, compatibilidad con la vida personal, posibilidad de aportar a otros, poder, un sano ambiente laboral, flexibilidad horaria, o libertad para trabajar desde donde sea... incluso tan sólo usar el conocimiento para el que me formé.... a todos nos mueven diferentes elementos a la hora de pensar, buscar y/o elegir nuestra posición en el universo profesional.

Dicho lo anterior, para mantener el status quo o salir de él (a uno mejor), requerimos de la autopromoción. ¿Por qué?...

VISIBILIDAD: La búsqueda de visibilidad no tiene que ver con satisfacer el ego, sino que está enfocada a estar a la vista de nuestro universo profesional tanto para dar como para recibir. Quien es visible por lo general tiene más y mejor acceso a otros profesionales que pueden potenciarnos o regalarnos una valiosa retroalimentación. Quien no es visible por lo general se queda en un espectro de posibilidades muy reducido, lo que lleva quedar girando en un bucle de poco o nulo crecimiento o mejora del nivel de satisfacción.

AUTO-RECONOCIMIENTO: Cuando nos auto-reconocemos (para lo bueno y para lo malo) siempre tendremos mejor posibilidad de mejorar, incluso mejorar lo bueno. El auto-reconocimiento es nuevo no solo para la estima propia, sino también para cuestionar nuestras propias certezas. Lo hermoso de cuestionar nuestras propias certezas, es que ampliamos la concepción del universo existente. ¿Recuerdas que mapa no es territorio?, pues bueno, el auto-reconocimiento (sano) siempre llevará (tarde o temprano) al auto-cuestionamiento, siempre nos hará expandir el mapa.

SER REFERENTE: El ser un referente no significa ser ni indispensable ni ser perfecto, significa poder inspirar a otros por los elementos de valor que ellos ven en nosotros. Esto tiene dos efectos que suceden en simultaneo, uno en la validación de la inversión como profesional y la segunda es ser promotor de un nuevo talento.

La auto-promoción nos impulsa a crecer y a hacer crecer nuestro entorno, el ser indispensable nos limita y detiene no solo nuestra propia curva de crecimiento, sino que la de nuestro entorno.

Hay una cita muy conocida de Bertolt Brecht que dice...

«Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero los hay que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles» -B. Brecht

Que fuera del romanticismo que produce al cita, a mi en lo personal (y puedo estar sumamente equivocada a ojos de otros) hay formas mucho más nutritivas y constructivas para trascender, y dejar una huella, que el buscar la imprescindibilidad.

Así que los invito a ser visibles, reconocidos, referentes... mas no indispensable ni imprescindibles.

Recuerda que cuando alineas tu autoconocimiento (experiencias, competencias, motivaciones e incentivos) en dirección a un propósito, siempre tendrás más y mejores resultados si te quedas a esperar lo que te arroje la marea.

¿Estás haciendo hoy lo que te llevará a donde quieres estar mañana?

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Para más información de cómo trabajar tus procesos de mejora y autoconocimiento, te dejo invitado/a a una Sesión Personalizada.

¡Un Abrazo!

Nicoll Zúñiga Varela | Career Coach & Headhunter

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