"Empleabilidad y El Sesgo del Superviviente"




Por lo general, cuando tenemos un nuevo objetivo, o queremos cambiar la estrategia inicial, nos inclinamos por observar el entorno y analizar como lo hacen otros. Es una práctica muy primitiva que ayuda a relacionarnos con nuestro entorno desde muy pequeños. Cuando hablamos de comer una fruta, trepar un árbol, o aprender a construir torres con bloques, esta estrategia puede ser muy exitosa, pero cuando hablamos de objetivos más sutiles como realización personal, trascendencia, el propósito de vida, desarrollo de carrera profesional o plenitud laboral, puede convertirse en un arma de doble filo. Esta puede puede acortar notablemente nuestra la curva de aprendizaje, o lanzarnos a un abismal fracaso, todo va a depender de cómo observemos, las conclusiones a las que lleguemos y cómo transformamos esa información en una estrategia para cambiar nuestro propio status quo.


Es normal que lo primero que pensemos es que si nuestro referente hizo A (Acción), más B (Recurso), y obtuvo C (Resultado), nuestro A+B tendrán el mismo desenlace. Pero entre el Estado Actual y el Estado Deseado hay mucho más que un A y un B, pasa que no son sólo son muchos los factores, sino que estos dependen de variables como nuestra identidad, la motivación, capacidades, conductas, creencias limitantes, valores, el entorno, nuestra biografía, todos estos aspectos pueden desviar el trayecto de nuestras acciones hacia el objetivo, y llegar a un resultado absolutamente diferente al demostrado por otros.


Cuando de empleabilidad se trata no es muy diferente. A menudo me contactan referidos de mis propios clientes para contratar mis servicios de coaching, y aun que por un lado es muy halagador, por otro un tremendo desafío. Por lo general, la conversación comienza con frases similares a "un amigo/a tomó sesiones contigo y le fue fantástico, quiero hacer lo mismo", ahí es cuando termina el halago, pues yo no reparto recetas ni trabajo sobre algoritmos, porque todos somos biopsicosocialmente diferentes. Por esto creer que si hacemos lo mismo que el otro, nos llevará al mismo sendero de éxito, puede convertirse en la estrategia más borrascosa y frustrante que se pueda experimentar, porque eventualmente podemos estar frente a una decisión basada en un sesgo de supervivencia.



¿Qué es el Sesgo del Superviviente?

Es una falacia lógica (argumento que parece válido, pero no lo es) que consiste en concentrarse en las personas, cosas, o evento que superaron de forma exitosa un proceso determinado, pasando por alto a aquellas que no lo hicieron. Generalmente la omisión de los los casos no exitosos ocurre por fallas en su visibilidad. Esto puede conllevar a conclusiones falsas, por lo tanto a tomar acciones poco favorables.


El termino fue acuñado tras las observaciones del matemático húngaro Abraham Wald, sobre las mejoras que planeaban realizar a los aviones Aliados durante la Segunda Guerra Mundial.

Los Aliados planeaban hacer sus aviones más resistentes a los ataques enemigos, por lo que estudiaron a cabalidad los aviones que lograban "volver a casa". Advirtieron que las alas, la mitad del fuselaje y la sección artillera trasera eran los lugares que habían sido más atacados, ya que eran los sitios donde más orificios de bala fueron encontrados. Los militares Aliados, concluyeron que si esos eran los sitios atacados, era donde debían poner los esfuerzos para reforzar estructuralmente a sus aviones.




Afortunadamente, Wald intervino en esa estrategia militar previniendo de lo pudo ser un fatídico error. Los aviones que habían recibido impactos en esos tres sitios, eran precisamente los que habían logrado aterrizar a salvo, por lo tanto, el matemático húngaro, dedujo que los aviones derribados (que no lograron regresar), habían sufrido daños en otros lugares del fuselaje, que eran los lugares donde debían concentrar los esfuerzos por mejorarlos estructuralmente.



Pero, ¿qué tiene que ver todo esto con la Empleabilidad?


Según la Organización Internacional del Trabajo, la empleabilidad es:
"La aptitud de la persona para encontrar y conservar un trabajo, para progresar en el trabajo y para adaptarse al cambio a lo largo de la vida profesional".

Tanto para encontrar y conservar, como para progresar y adaptarse al cambio, requeriremos emplear una estrategia, dar dirección a los objetivos deseados, e ir a por ellos. Y tal como comenté en un principio, cuando no tenemos la experiencia de una estrategia exitosa para alcanzar un estado deseado puntual, en ocasiones observamos cómo otros alcanzaron esa misma (o similar) meta. Pero la verdad es que la experiencia ajena jamás va a ser de total utilidad para arribar en nuestros propios propósitos, ya que al igual que los militares Aliados, estamos tomando decisiones sólo en base a lo que vemos. No vamos a alcanzar una empleabilidad satisfactoria mirando hacia afuera, hay que concentrar los esfuerzos hacia dentro.

Me gusta mucho el ejemplo del iceberg (quizá el ejemplo mas ubicuo porque sirve para hacer referencia a muchos tópicos). Imaginemos que el iceberg representa el Éxito. la porción que flota (por tanto la que podemos ver), es nada más lo que tuvo que hacer esa persona, que usas de modelo, para alcanzar su meta. Lo que no ves, es lo que no flota, que no solo es la parte más grande y lo que permite que éxito "flote", sino que hay una gran posibilidad que en esos aspectos no coincidamos con nuestros modelos a seguir.




Nuestra naturaleza Biopsicosocial, la forma en que gestionamos las emociones, y nuestra biografía, nos hacen diferentes, por eso obtenemos diferentes resultados haciendo las mismas cosas. Y con esto no digo debemos ignorar por completo el ejemplo de quienes han alcanzado el éxito que deseamos, sino que en mi apreciación, ese ejercicio debe ir acompañado de un proceso de introspección super potente. Y esto es porque a menudo llegamos a buen puerto no por el tamaño del buque que nos transporta, sino de nuestra motivación más profunda. Porque cuando sabemos bien por qué y para qué queremos llegar a ese puerto si el buque se hunde, nos da igual ya que estaremos dispuestos a terminar el trayecto nadando si hace falta. Tu modelo a seguir tuvo que nadar, ¿estás dispuesto a terminar el trayecto a nado?


Tener un referente siempre nos va a ayudar a marcar un ritmo, pero debemos hacer un viaje profundo, a nuestro propio infierno si hace falta, para conocer a a profundidad nuestras competencias, analizando con objetividad las que están en forma de fortalezas, y reforzando estratégicamente las posibles debilidades. Sobre todo, averiguar a qué estamos dispuesto, y a que no.


Y tú, ¿qué parte del fuselaje debes reforzar en tu estrategia de Empleablidad?



Recuerda que cuando alineas tu autoconocimiento (experiencias, competencias, motivaciones e incentivos) en dirección a un propósito, siempre tendrás más y mejores resultados si te quedas a esperar lo que te arroje la marea.

¿Estás haciendo hoy lo que te llevará a donde quieres estar mañana?




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¡Un Abrazo!


Nicoll Zúñiga Varela | Career Coach & Headhunter

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